¿Habías escuchado antes el término pensar fuera de la caja?
A continuación te mostraré como la inocencia de un niño de 7 años nos da una importante lección que todo emprendedor debe tener encuenta.
Todo inicia con esta pregunta en un exámen, es muy probable que el pequeño no entendiera correctamente la pregunta del docente, sin embargo, muchos se han pronunciado a favor del niño, sosteniendo que fue el profesor quién no entendió su respuesta.

La instrucción era simple: «Escribe con cirfa los siguientes números». Aunque para el pequeño de 7 años quizá no fue tan clara, ya que interpretó como «siguientes» los números consecutivos a la cantidad dada.
Esta acción le hizo merecedor de una «espantosa X». Sin embargo, muchos defienden al infante alegando que lo que hizo fue «pensar fuera de la caja». Para un emprendedor sin dinero, pensar fuera de la caja es una habilidad esencial, si aún no la tienes sigue leyendo para aprender como desarrollarla.
¿Qué es pensar fuera de la caja?
La «caja», con su implicación de rigidez y cuadratura, simboliza el pensamiento restringido y poco imaginativo. Esto contrasta con el pensamiento abierto y sin restricciones «out of the box» o «blue-sky». Salir de la caja significa cambiar el panorama, salir del pensamiento convencional;
Los gurús de la gerencia 60/70s que exhortaron a los aprendices a «pensar fuera de la caja» resucitando el viejo «Rompecabezas de los Nueve Puntos» como una prueba.
En resumen «pensar fuera de la caja» es: Pensar de manera creativa, sin impedimentos ortodoxos o convencionales, abordar los problemas de maneras nuevas e innovadoras.
5 maneras para pensar fuera de la caja
Pensar fuera de la caja comienza mucho antes de que estemos «encajonados» -es decir, mucho antes de enfrentarnos a una situación única, así que empieza tratando de resolver una «caja» familiar con la que ya sabemos cómo lidiar.
Aquí tienes 5 maneras de reforzar tus habilidades de pensamiento directo. Haz un esfuerzo para empujar tus pensamiento más allá de su límite de vez en cuando – los talentos que desarrolles pueden ser útiles la próxima vez que te enfrentes a una situación que «todo el mundo sabe» cómo resolver.
1. Estudiar algo completamente diferente a tu expertiz.
He aprendido tanto sobre la enseñanza aprendiendo sobre marketing como aprendiendo pedagogía -quizás más. Ve a google y busca artículos especializados en una industria que no sea la tuya, o aprende cómo se hacen las cosas en otras industrias. Es posible que descubras que muchos de los problemas a los que se enfrentan las personas en otras industrias son similares a los tuyos, pero que han desarrollado maneras realmente muy diferentes de tratarlos. O bien, es posible que encuentre nuevos vínculos entre tu propia industria y la nueva, vínculos que podrían ser la base de asociaciones innovadoras en el futuro.
2. Toma una clase.
Aprender un nuevo tema no sólo te enseñará un nuevo conjunto de hechos y figuras, sino que te enseñará una nueva forma de ver y dar sentido a aspectos de tu vida cotidiana o de la sociedad o del mundo natural en el que vives. Esto a su vez ayudará a expandir tanto la forma en que ves los problemas como la amplitud de las posibles soluciones que puedes encontrar.
3. Haz un dibujo.
Dibujar es una habilidad aún más inteligente de lo que imaginas, y te puede ayudar a romper el control lógico del cerebro izquierdo sobre un problema de la misma manera que leer un poema puede hacerlo. Además, visualizar un problema implica otros modos de pensar que normalmente no usamos, lo que te da otro impulso creativo.
4. Trabaja hacia atrás.
Al igual que voltear una cosa al revés, trabajar hacia atrás rompe la concepción normal del cerebro de la causalidad. Esta es la clave para la planificación regresiva, por ejemplo, donde se comienza con una meta y se piensa en los pasos necesarios para alcanzarla hasta llegar a donde se encuentra ahora mismo.
5. Date una ducha.
Este es uno de los más grandes misterios de la historia, ya que, por alguna razón, hay una especie de extraña relación psíquica entre la lluvia y la creatividad. ¿Quién sabe por qué? Tal vez es porque tu mente está en otras cosas, tal vez es porque estás desnudo, tal vez es el agua caliente que te relaja – es un misterio. Pero mucha gente lo asegura. Así que tal vez cuando la respuesta a alguna circunstancia no está funcionando, intenta tomar un baño y ver si algo extraordinario no se te ocurre
¡EXTRA!. Pida consejo a un niño.
No me creo la idea de que los niños son intrínsecamente creativos antes de que la sociedad los «arruine», pero sí sé que los niños piensan y hablan con una ignorancia de la convención que suele ser útil. Pregúntele a un niño cómo podría abordar un problema, o si usted no tiene un niño alrededor piense en cómo podría reformular un problema para que un niño pudiera entenderlo si estuviera disponible.
No corras y construyas un bote hecho de galletas porque un niño te dijo que lo hicieras, sin embargo – la idea no es hacer lo que el niño dice, necesariamente, sino hacer correr tu propio pensamiento en un camino menos convencional.
¿Y que pasó con el niño del principio?
Pues que hasta la RAE en un tweet metió su cuchara, alegando que el problema estaba bien redactado y que el pequeño sencillamente no entendió la pregunta, quizá este no tenga avanzados conocimientos de la lengua española, pero si alguna enseñanza nos deja es que cuándo crecemos perdemos indudablemente la capacidad de pensar fuera de la caja. ¿Esta situación te recuerda algún libro en particular?
Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.